
Si realmente nos dieramos cuenta que el único instante mágico que tenemos es AHORA, que es el único tiempo REAL que existe viviríamos con un enfoque y una conciencia que nos llevaría a territorios completamente nuevos. La realidad es que somos acumuladores, sí, la mayor parte del tiempo "cargamos" con el cúmulo de experiencias que hemos tenido y en especial tenemos predilección por guardar en gavetas especiales en los archivos de nuestra memoria aquellos momentos que clasificamos de manera negativa. Los guardamos con etiquetas como "para que no me pase de nuevo", "para que no se me olvide", "MUY IMPORTANTE: NO OLVIDAR!" y al menor indicio de estar viviendo una experiencia que nos refleje algo un poco parecido a lo anterior, se nos encienden las alarmas, sacamos nuestro archivo y comenzamos a actuar de manera previsoria ante el acontecimiento, paradójicamente acelerando los resultados que en nuestra mente se proyectarón a un posible desenlace de cómo terminará la historia porque ya la conoces de principio a fin.
"Revivimos nuestro pasado una y otra vez y constantemente lo proyectamos en nuestro futuro".
Ok, y a todo esto que tiene que ver mi Plexo Solar?
La energía que se encuentra en el plexo solar esta directamente relacionado con nuestra vida emocional. Representa también el puente también entre nuestra sexualidad y nuestro corazón, cuando este puente energético se encuentra bloqueado podemos vivirnos escindidos en estos dos aspectos.
Bloqueamos nuestro Plexo a través del miedo, a través de los pensamientos limitantes y obsesivos con respecto a nosotros mismos, cuando nos empeñamos a encajar en la imagen idealizada de nosotros que no es REAL, cuando comenzamos a decirnos que no podemos realizar algo, cuando cedemos nuestro poder personal y se lo entregamos a otros.
Fisicamente limitamos nuestra capacidad de tomar de la vida, contenemos nuestra respiración o la entrecortamos, respiramos superficialmente sin llenarnos del aliento de vida, que en realidad es tan vasto que seria imposible que no hubiera suficiente para cada uno de nosotros. Pero nuestras programaciones inconscientes nos han hecho creer que no es así. Congelamos nuestro diafragma al punto de sólo respirar con sólo lo necesario, casi de manera imperceptible.
Dejar ir es confiar en soltar sabiendo que si te entregas, si te permites vaciarte de todo lo que crees, de todo lo que sabes, de todo lo que conoces, de todo tu pasado, de todas tus experiencias previas, de todos tus modelos, de todos tus dogmas, el universo siempre te regalara la oportunidad de volverte a llenar con nuevas experiencias y sensaciones, porque en realidad experimentar el vacio, es sólo el principio de la posibilidad del TODO.

Con Amor,
Mayra FernándezSabiduría Esencial
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